¿Te gustaría saber al menos 15 señales de el despertar de la conciencia? ¡Ahí van!
- Desaparece progresivamente el apego.
Antes todo lo que tenías material era tuyo, como un tesoro. Tu familia y amigos eran tus pilares y si ellos no estaban, te sentías en soledad. Ahora ves, que soltar ese apego es bueno para sentirte un poquito mas libre. Si no estás con tu gente no eres una persona que está sola, sino que estás siendo un poco más independiente.
2. Necesitas momentos a solas.
Porque como decía antes, estar a solas no es estar solo/a, es estar con uno mismo/a y empezar a conocerse. Lo que gusta y lo que no. Antes algo te llenaba y ahora resulta que tienes otro prisma.
3. Empatizas con los demás a pesar de las diferencias.
Ahora entiendes como son, por qué reaccionan como lo hacen. No lo compartes, te encantaría poder explicarles tu manera de ver el mundo, incluso lo haces. Pero cuan aburrido sería este mundo si fuéramos todos iguales. Te tomas tu tiempo para meterte en sus zapatos y ver donde les duele y donde están cómodos.
4. Te importa menos el «¿Qué dirán?»
Eres más tú que nunca, que piensen, que inventen, que a ti ni te va ni te viene.
5. Sed insaciable de documentarte y aprender.
Notas que necesitas saber más, que ese cambio, ese punto de inflexión, esas señales de el despertar de la conciencia (pues ya le vas poniendo nombre) Son por algo. Para madurar, a tu ritmo, a tu paso. Lees, vas a charlas, ves vídeos…
6. Aprendes a conocerte y a conocer al resto.
Vives en un constante aprendizaje, te examinas y a tu alrededor. intentas comprender cómo has y han llegado a ser como son. Y que no vas a poder cambiar a nadie, solo a ti y solo si quieres.
7. Escuchas mas a tu cuerpo y tu corazón.
Al principio piensas que están pirados, antes los excesos no pasaban factura y ahora… no los aguanta ¿No? NO. Antes también gritaba pero no eras capaz de escucharlo. Por eso ahora lo ejercitas y le das mejor comida. ¿Tu corazón también lo escuchas? Claro, ahora aunque duelan muchas escenas del día a día. Te sale de dentro el ser mas firme y decir no a ciertas situaciones que la vida te presenta.
8. La mente y el síndrome del impostor.
Se pasa el día saboteándote, no por malicia. Sino porque es una conducta aprendida. Para librarte de un posible sufrimiento… tira del miedo, del ego y te come la oreja para que no experimentes con el «eso no, tú no puedes…» Pero ahora más fuerte y le plantas cara. Oyeee, menteee…ahora me toca a mí. Deja que me equivoque si debo, quiero vivir todo de pleno.
9. Intentas reorganizarte a través de todo lo que te rodea.
Dicen que para organizar la mente y el corazón, nada mejor que organizar tu casa, tus calendarios… pues eso, mientras lo haces todo va poniéndose en orden.
10. El conflicto no va contigo como antes.
La confrontación ya no te llama por tu nombre. Ahora evitas más a menudo, derrochar energía en peleas que sabes de antemano que perderás porque no sacaréis nada en claro.
11. Sufres un cambio de humor repentino.
Eres más happy que nunca. Eso escama. Pero te sientes bien. Pero…de repente sale de tu fuero interno esa bestia dormida que llevas dentro. La analizas y te das cuenta de que no merece la pena seguir por ese camino. Te cuestionas si no estabas mejor en ese sueño profundo. Así no tendrías que lidiar con ese carácter de M…..
12. Perdonas, pasas página y te evalúas constantemente.
En el pasado, cruz y raya. Sin pararte a pensar en como lo estaría pasando la otra persona. En su bultito del zapato y por qué motivito se comporta así contigo. No vas a poder cambiar sus hábitos. Pero si los tuyos, para no amargarte el día o la existencia. Buscas la respuesta de si lo hubieras hecho mejor. Conclusión: Apartarte de esa situación y/ o gente.
13. Te sigues perturbando, pero sales antes de esa situación.
Tomas consciencia de que no es trabajo de un solo día, la vida es una sucesión de aventuras y quieras o no quieras te pondrá a prueba. Lo bueno es que ya conoces alguno de sus trucos para ponerte de los «higadillos» así que cuando te das cuenta respiras cuentas nubes o números y tratas de volver a la luz como Carol Anne.
14. Eres consciente de como has llegado a ese punto de tu vida.
Revisas tu periplo por este mundo a veces bonito a veces feo. Reconoces que no buscaste las herramientas necesarias para cambiar ciertos aspectos, otras veces… hiciste lo posible con lo que tenías y a veces…ni tomaste tiempo para usarlas. Pero sabes que eres un cúmulo de tus vivencias. Sino hubiera sido por ellas, hoy no estarías aquí y ahora. Puede que te perdieras cosas feas y malas. Pero también muchas buenas. Y no solo cosas, también personas.
15. Tomas la decisión de tomar acción o aceptar.
El pasado no se puede cambiar, el presente está pasando y el futuro llegará. Ese es el que podemos empezar a cambiar. Dejas de quejarte por lo que pudo o puede ser y no fue o es. Decides cambiarlo o aceptar lo que tienes delante. Si no lo estás haciendo ya, a seguir trabajando en el proceso.
Pues eso, que poco a poco vas despertando. Te vas dando cuenta. Estas son señales de el despertar de la conciencia. Seguramente haya más, pero no las puedo desgranar todas. Seguro que a ti se te ocurren unas cuantas.
Si te apetece puedes hacerme alguna sugerencia desde la página de contacto o por DM de insta.