Sé que suena a frase hecha, porque lo es, de los errores se aprende. Lo peor es que duele y … ¡Cómo duele!
Si bien es cierto que el aprendizaje te lo llevas, el batacazo también. Y saber que eso es así, no te aparta del dolor.
O ganas o aprendes.
No sé si es un refrenar popular.
De los errores se aprende, analizar es una habilidad importante para el crecimiento personal y profesional.
Te brinda la posibilidad de cambiar las cosas. Ya sabes lo que se dice: «Si tú cambias, todo cambia».
- Acepta tus errores: Lo primero que debes hacer para aprender de tus errores es aceptar que los cometiste. Reconocer que te equivocaste es el primer paso para poder corregirlo. El localizar donde está la raíz, hace que sea más fácil el cambio que se avecina.
- Analiza tus errores: Una vez que aceptes que cometiste un error, analiza qué lo causó y cómo podrías haberlo evitado. No te flageles por lo que pudo ser y no fue, simplemente asume que con las herramientas que tenías, hiciste lo posible o lo que consideraste oportuno. Trata de entender las causas subyacentes del error para poder evitar cometerlo de nuevo en el futuro.
- Busca soluciones: Una vez que hayas analizado dicho error, busca soluciones para corregirlo. Si es posible, intenta arreglar cualquier daño causado y asegúrate de que no se repita en el futuro. Concienciarte de este punto es muy importante y la base de tu aprendizaje.
- Aprende de tus errores: Después de corregir el error, reflexiona sobre lo que aprendiste y cómo puedes aplicarlo a situaciones futuras. Los errores son oportunidades para aprender y mejorar, así que asegúrate de sacar el máximo provecho de ellos.
- No te culpes: Aunque es importante reconocer tus errores, no te culpes en exceso por ellos. En su lugar, utiliza la experiencia como una oportunidad para aprender y mejorar en el futuro. (Creo que esto ya te lo comenté antes, pero no está de más que lo pongamos como un punto clave)
- Recuerda que los errores son parte del aprendizaje y el crecimiento. Si los enfrentas de manera efectiva, puedes convertirlos en oportunidades para mejorar y alcanzar tus metas.
Recuerda:
Cada error te lleva a un aprendizaje. (De ahí la frasecita de marras «de los errores se aprende») Cada aprendizaje es una nueva oportunidad para crecer. Tienes derecho a fallar, a sentirte mal por ello, pero no te quedes a vivir en el dolor o se convertirá en sufrimiento.
El dolor es inevitable, el sufrimiento, no.
Te digo todo esto por una sencilla razón. No todo en esta vida es hippie-happy. Todas las emociones son importantes, las que nos hacen sentir bien y las que no.
Lo importante es saber distinguirlas, convivir con ellas, gestionarlas. Lo que hacemos con ellas y cuanto permanecemos en esas situaciones depende de nosotros/as.
Yo me paso la vida equivocándome, intentando tenerlo todo bajo control y nada más lejos de la realidad. Voy por un camino y la vida se encarga de darme en el hocico para que espabile o despierte. Me frustro, me duele, lo analizo y remonto.
En ocasiones cuesta más de lo que me gustaría admitir, pero es que soy humana y no perfecta. ¡Qué le vamos a hacer!
Sin ir más lejos, esta semana he tenido que parar y analizar. Seguir los pasos de este post. Estoy contenta, he tomado decisiones que serán de vital importancia en mi vida a largo plazo.
Espero que te haya abierto un poquito los ojos, como lo he hecho conmigo misma y no te fustigues, solo que actúes.
Tras analizar siempre me digo una frase: Mi misma, bienvenida al resto de tu vida, de los errores se aprende.
Gracias Unsplash y Anders Norrback Bornholm por la foto de portada. Sí, hay una manera mejor… porque de los errores se aprende.